Una valla móvil

Me resulta más fácil pensar para los clientes que para mi misma. No sé por qué me pasa esto. El caso es que cuando me tuve que enfrentar a mi propio negocio. La casa de la tía Julita. Me costó. Buscaba un soporte original, económico y que reflejase los valores que quería transmitir. Mi respeto a las tradicciones de siempre. Fué entonces cuando surgió la idea. Mi marido me había regalado

un 600 hace tiempo. Pensé ¿por qué no utilizarlo como el soporte principal para dar a conocer mis servicios?. Es móvil, llama la atención y refleja perfectamente mis valores. ¡Todo el mundo me saluda cuando voy con él y muchos me cuentan sus recuerdos de cuando eran pequeños!. Podría escribir muchas anécdotas sobre esto. Y, lo mejor de todo, provoco "sonrisas" cuando lo ven. Lo tenía todo.
Ahora tocaba hacer el diseño. Tenía claro que quería algo que respetase la esencia del coche. Sería un pecado cargarme el coche ocultarlo bajo una rotulación cargante. Por eso opté por algo muy sencillo. Recurrí a la prohibición. Si así es. NO LEAS ESTO. Dice en grande. La casa de la tía Julita. ¡Qué no leas más!.Para aquí. Cumpleaños y gestión de eventos. Vaaaale tampoco los busques en facebook.
El éxito es rotundo. Lo aparco en lugares estratégicos de la ciudad. Salidas de colegio, centros comerciales, avenidas principales,... Cuando la gente me conoce me dicen ¡Ah!eres las del 600.
Una vez leí una frase que decía algo así que no hay publicidad más efectiva que aquella que provoca una sonrisa. Y señores yo lo he conseguido.

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